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¿Cómo sabes si nos ponemos en manos de la persona adecuada? Es imposible saberlo. Porque las personas que ayer te adiaban son las únicas a las que les importas. La necesidad de que te ayuden crea extrañas alianzas que te hacen recuperar la confianza que habías perdido. La confianza es, junto con los paraguas, una de las cosas que más rápido se pierden, por eso está bien ser prudente y guardarla bien guardada cuando la consigues. Pero una cosa está clara, no tienen más confianza los que confian, sino los que traicionan. 

[Cuestión de sexo 2x07]